Primero trabajamos sólo la cara.
Luego los brazos.
Y por último las piernas y pies.
Después hemos realizado la audición de el Aria de la Reina de la Noche de la ópera La Flauta Mágica de Mozart... que sí que estaba realmente enfadada... (no he traducido lo que decía, sólo hemos hablado de lo que nos transmitía). La hemos imitado, enfadándonos muchísimo... Y para mi sorpresa no dejaban de pedírmela una y otra vez... Supongo que les pasa como a mí cuando la escucho, esa voz tan potente y bonita me emociona.
Esto también nos ha dado pie a hablar de los personajes de cuentos que están casi siempre enfadados: Pato (de Pocoyó), Calamardo, la madrastra de Blancanieves, el enanito gruñón, la bruja, el lobo... ¡qué enfadicas!
Ya véis que el enfado da para mucho.
¡Qué enfadados! Si que es verdad, se cansa uno mucho estando enfadado, lo mejor es arreglar las cosas pronto...
ResponderEliminarMe ha encantado el vídeo de la Flauta Mágica. Precioso para trabajar este sentimiento, que gran idea.
¡Un beso!
Gracias Laura... hacía mucho tiempo que no sabía de tí...Ya he visitado tu nuevo blog y es fantástico. ¡Enhorabuena!
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