Este año, para variar, hemos plantado perejil. Las semillas eran muy pequeñas y para acelerar su nacimiento las metimos en agua durante 24 horas. Después, con muchísimo cariño, pusimos tierra, semillas y las arropamos con tierra. Después de regarlas y ponerlas al sol (no directo) durante 15 días, comenzaron a brotar.
Pero, como la vida misma, fueron plantadas el mismo día, con la misma tierra y el mismo cuidado sin embargo, algunas plantas se salían de los vasos, mientras que otras tuvieron un brote o ninguno.
Sin problema, todos se llevaron su planta, pues volvimos a sembrar con semillas nuevas las de aquellos que no obtuvieron buena cosecha.
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