Con un tiempo maravilloso, para las fechas en las que estábamos, subimos a la Casa del Guarda.
Y, tras dejar las mochilas, disfrutamos de un teatro de guiñol cuya enseñanza final era el respeto a la Naturaleza y el cuidado de nuestro entorno más cercano.
En segundo lugar, entramos a la Casa para hacer un taller de jabones de glicerina.
Después, bajamos a la zona de los columpios y atendimos a las instrucciones de nuestros monitores
Tendríamos que estar atentos y encontrar árboles especiales que tendrían colgados animales que deberíamos buscar en el suelo.
Evidentemente, los animales huyen de nosotros así que tendríamos que buscar unas fotos del mismo animal pero en pequeño.
Evidentemente, los animales huyen de nosotros así que tendríamos que buscar unas fotos del mismo animal pero en pequeño.
Esta actividad nos encantó porque estar en el campo saltando y corriendo para buscar las pistas nos da una sensación de libertad única.
Después... a reponer fuerzas... ¡qué hambre!
Y, un poquito de tiempo libre para jugar en los columpios infantiles.
Por último, y ya bastante cansados, hicimos una ruta en la que nuestro monitor nos fue explicando algunas plantas que encontrábamos por el camino.
Una mañana muy fructífera, en la que disfrutamos tanto como aprendimos.
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