A veces me resulta increíble la facilidad con la que aprenden los niños y niñas de la clase y lo entusiasmados que se muestras ante las propuestas. Cuando oímos la canción del Panadero de Letrilandia, se me ocurrió iniciarles en los juegos de manos para trabajar el ritmo, la coordinación y la compenetración con el compañero. Al principio les costó un poco. Sólo María Teresa y Martín, que confesaron haber jugado con sus hermanos mayores, lograban llevar el ritmo.
Les ha gustado tanto, que aprovechan cualquier ocasión para practicar. Ya hemos logrado ampliar el grupo y jugar más niños en corro. Así les he grabado esta mañana en el patio.
Si alguien de la familia se sabe otro juego u otra canción nos la pueden enseñar porque están entusiasmados con su nueva habilidad
Da gusto verlos. Un biquiño.
ResponderEliminar¡Me encantan estos juegos! Debemos fomentarlos en el cole para que no se pierdan.
ResponderEliminarYa te diré alguno...si nos vemos, jeje.
Un besete.