¡¡Menuda despedida didácticamente disparatada que nos ha preparado nuestra seño Maru!!
Todo empezó con una nota que nos trajo nuestro conserje, Eloy. Maru nos daba instrucciones precisas: encender el ordenador, meter el pincho de memoria y escuchar atentos.
¡¡Sorpresa!! Era un vídeo de Maru. Nos decía que no podía ir al cole y despedirse de nosotros, pero que había preparado unos regalos y le había encargado a una amiga suya llamada Melma. Su amiga era bastante despistada y teníamos que llamarla muy fuerte...
¡¡¡MELMAAAAAAA!!!
Y apareció...¡¡¡una jirafa en nuestra clase!!! Increíble.
La pobre estaba despistada, ¿era ésta la clase de las cebras?. Había dado tantas vueltas por todo el cole hasta llegar a nuestra cueva...
Pero, por fin podía entregarnos nuestros regalos. O ...no...
La bolsa en la que venían se había roto y había perdido nuestras cosas.
¿Qué podíamos hacer? Maru se enfadaría si se enteraba de que los había perdido.
La verdad es que no, Maru no se enfadaría, porque ya conocía a su amiga y sabía que algo así podría pasar. De modo que nos preparó un juego de búsqueda de pistas... La primera, teníamos que buscar en psicomotricidad ... ¡Bien, encontrada!. Esta segunda pista nos llevaba a una seño cuyo nombre empezaba por A y tenía a los niños colorados...Alicia.
Allá que fuimos en su búsqueda y dando la mano a Melma para que nos se perdiera.
Como somos los mejores buscadores del mundo, encontramos a Alicia y le dijimos la contraseña para obtener nuestra pista.
La siguiente pista nos conducía a la cueva de la seño Rosario... Y un grupo fue el que se arriesgó a pasar.
Después de decir la contraseña, Rosario nos dio nuestra pista que nos llevaba directos al hall del cole. Ésta costó un poco más, pero tampoco se nos resistió.
La última pista nos decía que teníamos que ordenar los números de las pistas y leer el nombre de la persona que tenía nuestros regalos.
¡¡ELOY!! ¿Se habría quedado con ellos?
Noooo, pero apareció con una caja muy pequeña... para todos.
En ella, Maru nos decía que cómo habíamos pensado que podríamos abrir los regalos sin ella. Teníamos que volver a clase, cerrar los ojos y llamarla para que apareciera.
¡¡¡Y MAGIA.... APARECIÓ!!!
Muy emocionados todos... más las seños, intercambiamos regalos...
Un libro con nuestros dibujos.
Una camiseta para nuestra Caperumaru.
Y, para nosotros... un puzzle de 48 piezas y la Torre Jenga, un juego colectivo, y para la seño, una rosa y un libro sobre el Optimismo en la Eduación...
Gracias Caperucita, Mamá Noel, Mérida, hada del Parque, Burbuja, Melma,... gracias por tu mil y un disfraces, por tu mil y una idea, por tu mil y una sonrisa,... Sabes que te llevamos en el corazón y que esperamos impacientes a que nos hagas mil y una visita.
¡¡SUERTE, SEÑO MARU, AQUÍ NOS TENDRÁS SIEMPRE!!
¡Qué despedida más bonita! Seguro que los peques la echarán mucho de menos y ella a vosotros. Un abrazo.
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