Le seguimos hasta la sala de usos múltiples y allí nos recibió el ayudante del Rey.
Dispuestos a disfrutar, comenzó la función.
Nos contaron el cuento "La Cenicienta que no quería comer perdices"... ¿Cómo?
Sí, una Cenicienta que no quiere ponerse los vestidos que le dicen, ni usar esos zapatos de tacón tan incómodos, que es maltratada por el Rey que sólo quiere que le cocine perdices cuando ella no sabe cocinar,...
Hasta que un día Cenicienta dice "BASTA". Y sale su hada, el hada que nunca abandona a nadie porque está dentro de nosotros mismos, un hada que nos da fuerza para decir basta a los amigos que intentan mandar en nosotros e imponer su voluntad.
Después de escuchar esta historia, entre todos vestimos al Príncipe y a la Princesa con ropa más actual y más cómoda.
Salimos de dos en dos
Y este fue el resultado... ¡¡Fantástico!!
Por último, para relajarnos... un masajito...
La actividad estaba organizada por el Ayuntamiento y fue un éxito.
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