Durante el mes de diciembre hemos estado trabajando la dirección con los niños y niñas con el objetivo de mandar las felicitaciones de Navidad a sus familias. Han observado quienes eran vecinos, quién había cambiado de domicilio; la diferencia entre vivir en una casa (sólo tiene un número), vivir en una calle y en una urbanización... algunas direcciones eran muy difíciles de aprender... Así el martes salimos a echar nuestras cartas, un gesto que hoy en día está casi en desuso, y que quizás ellos no vayan a hacer nunca en un futuro pero que considero importante que conozcan. Cuando lleguen a casa pondré la foto del contenido, ahora no podemos desvelar la sorpresa.
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