Para dibujar a un niño o una niña:
Una cara redondita, como una patata frita.
Unos ojos saltarines, para ver los colorines.
Una nariz afilada, en el centro de la cara.
Una boca estirada, para no estar enfadada.
Una oreja a cada lado, para oír lo que ha pasado.
¿Y el pelo? como yo quiera,
largo, corto, liso o rizado.
Ahora, no necesitamos la poesía, aunque a veces nos gusta recitarla, para dibujarnos perfectamente. Además vamos aumentando los detalles: pestañas, cejas, expresión,...
Y, tanto hemos ido aumentando, que ya no nos conformamos con dibujarnos sino que creamos historias para nuestros compañeros (las crean el responsable y el ayudante). Historias en las que estamos todos los niños de la clase... en la feria, en la playa, en la nieve, en las que aparecen monstruos culones, fantasmas con los que luchar, payasos, focas y osos que se bañan con nosotros en la piscina... Se crean momentos únicos en los que dejamos volar libremente la imaginación... y nos transportamos a escenarios que crean nuestros amigos para nosotros. Nos convertimos en CONTADORES DE HISTORIAS.
Trabajamos la oralidad, la creatividad y la autoestima cuando oimos el aplauso de nuestros compañeros. ¡Gracias a Mª Luisa Balbuena por regalarme la idea y la actividad!
¡Me encantaaaaan sus dibujos! Son unos artistas. Con tu permiso me llevo la poesía a mi clase. Un besazo.
ResponderEliminarSorpresas de la vida... hoy me ha dicho Mª Luisa que esta poesía que me la enseñó Teresa, una compañera que tuve en Malagón, hace 16 años la creó ella... Un punto más para la admiración que siento hacia tí. Un besazo, también por la poesía...
ResponderEliminar¡¡¡Si es que tiene una imaginación...!!! Qué alegría saber que la han disfrutado tantos niños :)
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