Ahora le tocó el turno a los lobos árticos, que nos encantan. Aquí vimos algunos que eran y otros que no, y observamos las características principales exteriores de su cuerpo.
Y luego le tocó el turno al búho nival.
Evidentemente, el jueves, en psicomotricidad, nos convertimos en todos los animales que habitan esas tierras tan frías y así pudimos representar con nuestro cuerpo lo aprendido.
Y para continuar aprendiendo, Polo nos ha traido un juego para la biblioteca, las fotos de sus amigos con sus nombres descompuestos para que aprendamos a componerlos (las letras se pegan con belcro)
¡Cuántas cosas están aprendiendo estos pequeños naturalistas!
ResponderEliminarY el juego de la biblioteca está genial.¡Qué aplicados y atentos se les ve mientras escriben!
Un besete, compi.