En la carta nos contaba que volando de flor en flor se habían perdido sus hijitas, nos pedía ayuda para encontrarlas... ¿queríamos ayudarla?... por supuesto que sí.
De nuevo, por equipos, nos marchamos al patio, pues allí ya encontramos una mariquita.
Ester nos dio las indicaciones, cada equipo tendría un capitán que iría anotando las mariquitas que íbamos encontrando...
Y manos a la obra. En cada árbol había un círculo del color de cada equipo... ¡allí tenían que buscar a las hijas de Rita!
Bueno, también había otros invertebrados... ¡qué grande!
¡Pero qué contentos nos poníamos cuando encontrábamos a alguna hijita!
Seguiremos buscando...
¡Qué actividad más divertida! Se les ve muy responsables y totalmente enfrascados en la tarea de buscar.
ResponderEliminarMe encanta la forma en la que se va desarrollando el proyecto. ¡Seguiré atentamente vuestras investigaciones!