En un primer momento repartimos tarjetas con números a los niños, pedían sus Ábatons y el tendero se los daba ayudado por una pinza. Trabajábamos la asociación del número a la cantidad.
Ahora lo hemos complicado un poco más. Repartimos las tarjetas de los números, sin embargo no podemos decir el número que nos ha tocado, tenemos que descomponerlo para pedírselo al tendero. Por ejemplo, si nos ha tocado comprar 5, podremos pedir 2 y 3, 3 y 2, 4 y 1 ,.. Después de atender al cliente, el tendero tiene que decir el número que le ha pedido y verificarlo con la tarjeta.
También les dábamos unos Ábatons y decíamos que tenían que tener otro número, ¿cuántos te faltan? ¿cuántos tienes que comprar? Por ejemplo, tienes 1 pero quieres tener 5, ¿cuántos tienes que comprar al tendero? Vamos a comprobarlo.
Con las cantidades pedidas por dos clientes, pensamos sobre cuál era mayor. ¿Si pongo los Ábatons formando una torre cuál será más alta? Si pongo un palo y una bola ¿hacia dónde irá la bola? ¿Por qué? ¿Cómo podemos igualar las torres? ¿Cómo queda entonces el palo?
¿Hacia qué lado caerá el Ábaton? ¿Por qué?
Y, en esta ocasión, ¿por qué no se cae la bola? ¿Cómo está el palo? Si queremos que caiga hacia la derecha ¿que tenemos que hacer?, ¿y para la izquietda? ¿Por qué?
Se trata de hacer continuamente preguntas y poner en duda sus respuestas. Son preguntas abiertas, no hay una sola respuesta para solucionarlas.
Además les estamos introduciendo en los signos matemáticos de manera comprensiva: =, mayor que , menor que....
Para, luego, evidentemente, que jueguen y exploren libremente el material en el rincón de las construcciones, que es donde lo hemos colocado.
¡¡Ahí es dónde se despierta su creatividad!!
Una buenísima idea, Prado. Así se sentirán más motivados todavía. Un abrazo y muy buena semana.
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