Nada más volver de vacaciones de Navidad hacía tanto frío que todo el Parque estaba cubierto de escarcha. ¡¡Estaba precioso... !! Parecía que Elsa y Ana (las protagonistas de Frozen) habían estado jugando en él y lo habían dejado así de invernal. Sin embargo, cuando estábamos decididos a salir, mejoró el tiempo y nos quedamos sin poder salir a verlo.
Así que el jueves no pudimos resistirlo, los niños que vienen por el Parque vieron que había hielo en las fuentes y... Sin quitarnos las chaquetas ni gorros, salimos a ver el invierno, a sentirlo, a olerlo, a observarlo, a jugar con él,...
Nos acompañó, Ana, la Auxiliar Técnico Educativo.
Y allá que nos fuimos. Apreciamos el frío que hacía a primera hora de la mañana, así como el estado de algunos árboles de hoja caduca, como el plátano de sombra, y otros de hoja perenne que, a pesar de estar en invierno, siguen verdes.
Llegamos a la primera fuente, a la de la forma circular y... ¡había hielo!
No pudimos resistirnos a tocarlo con cuidado. ¡Qué frío! ¡Qué resbaladizo! Se rompía con facilidad y debajo había agua.
Seguimos subiendo por las fuentes, en las que, según decían mis niñas, Ana y Elsa seguro que patinaban con Olaf.
El banco estaba helado, pero los jardines ya estaban siendo calentados por el sol así que la escarcha había sido descongelada.
En nuestra investigación seguimos subiendo hasta la Biblioteca .
El paisaje era precioso y bastante curioso para ellos.
Hasta que llegamos a la última fuente... mirad, mirad ¡muuuuucho hielo!! Y hojas congeladas..
Y unas ganas locas de experimentar, jugar, sentir,...
Y... a pesar del tiempo... ¡permiso concedido!
Ja, ja, ja ¡qué placer... por un momentito y muy, muy corto!
Después fuimos bajando corriendo y cantando para calentarnos.
Para terminar con carrera final... seguimos preparándonos para la Carrera del Pavo 2.015.
Mil gracias, Ana, por acompañarnos en esta fría mañana.
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