¡¡HIELO!!

El jueves seguimos con nuestra investigación sobre este personaje que nos escribe y que quiere venir a jugar con nosotros.
Llegados a un punto de debate, les pregunté que si en casa teníamos hielo. ¿Dónde estaba? ¿Para qué servía? Y fuimos a ver si en el cole tambíén teníamos. Aprovechamos la salida para ir comprobando qué cosas había frías, qué cosas estaban templadas y qué cosas estaban calientes.

Hasta que llegamos a un frigo que hay en la sala de profesores.

Abrimos la parte del frigo, y comprobamos como las cosas que había estaban frías, pero no eran hielo. Posteriormente abrimos el congelador y ¡ahí estaba el hielo! Polo nos había preparado unas cubiteras para que jugáramos con el hielo.

Y esto hicimos. Volvimos a clase y primero cogimos por primera vez nuestras lupas para observarlo mejor. Así pudimos ver parte de la estrella con la que se representa el hielo y la nieve.

A continuación, cogimos un cubito cada uno y ... disfrutamos... a la vez que observamos: está frío, nos pone las manos frías, se escurre, resbala, moja las manos, suelta gotitas de agua, se derrite, se deshace, se pone para los chichones,...

Ohhhh pero todo se derritió, y tuvimos que fregar el suelo  de la clase para no escurrirnos y mantenerla limpia.

Después de la experimentación toca la dramatización de lo vivido. 

Nos fuimos a la sala de psicomotricidad para  jugar a la Reinao al Rey del Invierno. 

¿Queréis jugar?... El rey o la reina tienen una corona que Polo nos ha traído. Está dormido porque aún no se ha enterado que el Otoño se ha marchado y le toca trabajar a él. Todos los niños sentado en círculo lo llama con esta canción:

"El Invierno está dormido lo vamos a despertar,

Invierno, invierno ven a jugar"

Cuando el Rey o Reina se despierta tiene que tocar a los niños, que salen corriendo por la sala. 

Cuando toque a uno tiene que decirle "¡Congelado!" y se tiene que quedar como un cubito de hielo. 

Como son muchos niños, y muy pequeños, cuando llevan un ratito corriendo digo "¡todos congelados!" y poco a poco nos vamos derritiendo hasta que quedamos convertidos en charquitos de agua.

Esos charquitos son recogidos por una fregona gigante que los hecha al cubo. Así todos los charquitos ruedan hasta estar juntos.

¡Y volvemos a empezar con otro Rey o Reina!